miércoles, 12 de enero de 2011

CARTA DE OMAR CONDE

CARTA ABIERTA AL PUEBLO DE EMBARCACIÓN:
Es con gran respeto y absoluta humildad que hoy me dirijo a Uds. para expresarles mi anhelo y deseo en pos de un mañana mejor para esta ciudad, que hace más de 30 años me viera adoptarla como propia. Tal vez, muchos me conozcan, quizás desde aquél lejano 1.978 que llegué con mucha ilusión, junto a mi familia a instalarnos como uno más, en esta cosmopolita ciudad a forjar un destino teniendo como único capital: trabajo, tesón y honestidad.
Mi juventud transcurrió bajo este ardiente sol, aquí cultive amistades, hobby, amores, desamores y crecí; hasta convertirme hoy en un empresario, hombre de familia, con hijos nacidos en este suelo salteño que hace que mis raíces se profundicen y asuma un compromiso indisoluble con la Historia y el futuro.
Como ciudadano democráticamente comprometido no puedo -ni quiero- permanecer indiferente ante el atraso, la desidia, la falta de progreso y desarrollo de mi ciudad. Embarcación está llamada a ser una ciudad pujante, moderna, segura, linda; porque es el “Portal del Chaco Salteño” y porque, además, posee un presupuesto que así lo indica. Pero la mala administración, el desvío de recursos hacia otros fines y la falta de inteligencia en las disposiciones se lo impiden.
Se administrar y dirigir personal, maquinarias, equipos de trabajo, presupuesto, convenios, negociaciones con empresas y particulares, firmar contratos, asumir compromisos y cumplirlos; una trayectoria intachable en el mundo empresarial y mis contactos con empresas nacionales y extranjeras, con estados municipales y provinciales así lo pueden avalar. Ese es hoy mi oficio de todos los días. Por ello mismo sé cuando las cosas se hacen mal, pero también, sé como corregirlas, potenciarlas, modernizarlas y priorizarlas para beneficio de todos.
Lo mismo que quiero para mis hijos es lo que deseo para todos los hijos de los embarcacionenses, porque no admito que existan excluidos ni castigados, ciudadanos de primera y de segunda, acomodados unos y otros llevados a un rincón. Tampoco hay en mí ánimo de venganza, de odio, enfrentamientos violentos, golpes bajos, infundios, calumnias u ofensas que de algún modo dañe a una persona o lo que es peor, a una familia.
Solo quiero una cosa: UNA OPORTUNIDAD, para demostrar con hechos lo que hoy les estoy exponiendo, terminemos con “más de lo mismo”, basta de las figuritas repetidas que ya demostraron sus capacidades. Quiero gobernar para la ciudad y en especial para el interior, hoy postergado, castigado, olvidado y maltratado. No puede existir entre nosotros personas sometidas a vivir en condiciones infrahumanas, sin agua, viviendas dignas, caminos, iluminación, atención médica, con su dignidad y derechos humanos pisoteados y mancillados. Pido su confianza con la seguridad de no fallarles, porque me he preparado para este proyecto y tengo un equipo de trabajo que del mismo modo está capacitado y expectante para alcanzar lo expuesto. Junto a mi también está mi familia, pilar fundamental para todos y apoyo invalorable para mi. Así como la esperanza en mi Dios, en su Gracia e Inspiración para que ilumine  y guie mis pasos y el de mi gente.
El cambio solo es posible con su ayuda, con su voto, para establecer una nueva forma de gobernar, a puertas abiertas, con sensibilidad, con oídos y ojos bien abiertos para ver las necesidades y repararlas, escuchar las críticas y asumirlas, tomando el compromiso de administrar el poder y los recursos del Estado con el sagrado propósito de procurar el bienestar de todos. Por Uds., por nuestros hijos y por todos aquellos que quieran recuperar el progreso, la igualdad, el desarrollo, la moral, el honor, la familia, los valores, la seguridad, la compasión, quiero trabajar, sin excluidos, sin olvidados, sin castigados, porque hoy EMBARCACION SOMOS TODOS.
                                                                                                              Muchas gracias!!!!!! 
                                                                                                              Omar Jorge  Conde y Flia.    

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