miércoles, 22 de febrero de 2012

RESCATAN A UNA MENOR DE UN PROSTIBULO

LUCIANA BUERGOS, LA DETENIDA
Una nena de 12 años fue rescatada luego de permanecer secuestrada ocho días en un prostíbulo en la localidad de Embarcación.
La madre de la menor, Francisca Altamirano (45), con domicilio en Pichanal, denunció la desaparición de su hija, el 11 de febrero, luego de buscarla incansablemente sin ningún resultado.
Varios vecinos comentaron que vieron a la niña subirse a un remise con una mujer identificada como Luciana Burgos, a quien habitualmente se la observa ejerciendo la prostitución rutera en las localidades de Embarcación y Las Lajitas.
Según fuentes policiales, Francisca Altamirano contó que había acostado a la jovencita y que horas más tarde otra de sus hijas la despertó diciéndole que la menor ya no estaba en la casa. Como la nena no regresaba sus familiares salieron a buscarla, fue allí que varios vecinos le dijeron que la vieron subir a un remise con Luciana “La Gorda” Burgos, una mujer muy conocida y de triste fama en la zona. Luego de intensas averiguaciones, personal de la División de Trata de Personas recabó un dato que aún continúa siendo dudoso: que el hermano de la menor, Cristian, habría mantenido una relación con Luciana Burgos, lo cual no está determinado.
Sin embargo, con esa información, los efectivos se dirigieron hacia la localidad de Embarcación, allí junto a personal de la comisaría 43, comenzaron a vigilar los barrios Tráfico, El Bordo, inmediaciones de la avenida 25 de Mayo y la estación de trenes, donde suelen desplazarse quienes viven de la prostitución.
Finalmente, en horas de la madrugada del 19, divisaron a “La Gorda” junto a la niña caminando por las calles del barrio San Cayetano. Las detuvieron y trasladaron hasta la comisaría.
El juez Federal, Raúl Juan Reynoso, ordenó la detención de la sospechosa, acusada de rapto, mientras se realizan las pericias y las averiguaciones correspondientes.


"SOY RUTERA" confeso.
Una vez localizadas la nena y su raptora, fueron llevadas hacia la comisaría local. Allí, Luciana Burgos, cuando los efectivos le preguntaron a qué se dedica, respondió: “Soy prostituta rutera”.
Esas fueron las únicas palabras que dijo. Luego de su sincera respuesta, fue trasladada hacia Tartagal, donde quedó alojada en un centro de detención para mujeres, a la espera de ser trasladada a Orán para ser indagada por el juez Reynoso.
Por otro lado, la niña contó a los efectivos que el pasado 11 de febrero, la mujer ingresó en su domicilio, la despertó y le pidió que la acompañara y que cuando le preguntó hacia dónde iban, ella le respondió que no hiciese ruido porque podía despertar a su mamá. Agregó que afuera, las esperaba un remise de un supuesto amigo de Luciana, el cual las llevó hasta Embarcación. Durante todo el viaje la niña dijo que le preguntaba hacia dónde iban, pero nunca recibió una respuesta. Luego llegaron a una casa en el barrio San Cayetano.
Cuando los policías le preguntaron qué hacía en esa casa, ella contestó que ayudaba en las tareas domésticas y que no la dejaban salir a ningún lado sola.
A los pocos minutos, la niña, que se encontraba muy asustada, rompió en llanto y sollozando le dijo a los investigadores que muchos hombres iban a ese lugar a tomar cerveza. Fue lo último que expresó ya que se negó a seguir hablando.
Cuando la pequeña fue encontrada, llevaba puesto un pantalón muy ajustado y una remera con los hombros descubiertos y al ser interrogada por qué estaba vestida de esa manera, respondió que la ropa se la habían regalado.
Finalmente la niña fue devuelta a sus padres, mientras continúan las pericias para ver si la misma habría sido víctima de un abuso y posiblemente de prostitución infantil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario