A las 11.30 de ayer, viernes, un Fiat Palio con cuatro ocupantes se detuvo para el control de rutina en la ruta 34, al norte provincial. En el coche viajaba un hombre joven, su esposa y sus dos pequeños hijos. Cuando los gendarmes revisaron la documentación del auto, ésta se encontraba en perfecto orden, pero cuando le dijeron al hombre que coloque al rodado en la fosa para revisarlo, la mujer subió disimuladamente a un colectivo que se encontraba estacionado en el lugar, y escapó junto a los pequeños.
Esta actitud potenció la sospecha que algo raro ocultaba en el auto, y efectivamente así fue: cuando revisaron el coche, se dieron con la novedad de que traía 3,360 kilos de cocaína, en “ladrillos” que estaban escondidos en el tanque de nafta del rodado. El hombre quedó detenido, a disposición del juez, mientras que la esposa fue capturada por una patrulla y llevada de nuevo al control. Intervino el juez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso.
Esta actitud potenció la sospecha que algo raro ocultaba en el auto, y efectivamente así fue: cuando revisaron el coche, se dieron con la novedad de que traía 3,360 kilos de cocaína, en “ladrillos” que estaban escondidos en el tanque de nafta del rodado. El hombre quedó detenido, a disposición del juez, mientras que la esposa fue capturada por una patrulla y llevada de nuevo al control. Intervino el juez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso.
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